jueves, 16 de julio de 2015

Mentalidad de bonsái



De por qué usaron el Centro Cultural para un evento de moto enduro.

Por Juan Carlos Lemus

Sospecho que los chinos de Pequín inventaron a los perros pequineses. Han de haber cogido un perro recién nacido y lo metieron entre una caja para evitar su crecimiento. Tras mil ensayos, en varias décadas, los genes del animal se habrán adaptado. Han de haber aplicado técnicas como las que se utilizaban para evitar que a las mujeres les crecieran los pies. En países de Asia era considerada bella la dama de pies diminutos, por lo que desde niñas se los encerraban entre cajas de madera (parecidas a las que usan en los parques de Guatemala los lustradores).
Otro gusto por lo pequeño se evidencia en los bonsáis. Para evitar que un árbol crezca, el artista –llamémosle así- le corta las ramas y raíces secundarias y lo siembra en una maceta. El árbol intentará crecer, pero, otra vez, el artista lo recortará. Así pasarán los años. Se volverán viejos el arbolito y su torturador. El primero será el deleite del segundo.
En otras culturas todavía practican la castración para reprimir el deseo sexual. Antiguamente, a los niños les cortaban los testículos para que conservaran su voz aguda en la adultez –los castrati-; o a los esclavos para que cuidaran los harenes –eunucos-. En algunos lugares todavía cortan el clítoris a las niñas. Todas esas parecerán costumbres de países bárbaros, pero en el nuestro se practica el corte de las raíces de crecimiento intelectual. Una de las consecuencias es la malnutrición cerebral. De eso hay mucho en las universidades privadas y la pública, en el gobierno y sus tres poderes. También, renombrados académicos son incapaces de comprender algo tan sencillo como los Derechos Humanos. Tanques de cartón. Argumentan sus títulos o tercera edad para tener la última palabra, así sea la muerte y el odio. Se han nano-educado. Cuando se dice que el país necesita educación, no es solo que haya que alfabetizarlo. Pruebas hechas a egresados del diversificado indican que “74 de cada 100 estudiantes guatemaltecos reprobaron Lenguaje, y 92 de cada 100, Matemáticas”. El ministerio de Educación, a cargo de Cynthia del Águila castró la carrera magisterial. Ofreció una educación superior cuando ni siquiera la tienen preparada en la Usac.
No es por pobreza que un país es intelectualmente castrado. Cuba, por ejemplo, es pobre –aunque no tanto como Guatemala- y tiene un nivel educativo superior. Aun con eso, muchas personas –casualmente educadas entre lavadoras de cerebro- odian a ese país. La derecha sin formación arremete contra lo que le descontrola.
Por bonitos que sean los bonsáis, los pequineses, los pies, su deformación es una práctica tan violenta como la de mantener al país metido en su caja de madera.  Si alguna vez se ha preguntado por qué los estudiantes queman llantas, algunos profesionales dicen estupideces, por qué autoridades del gobierno central y municipal cedieron el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias para un evento de moto enduro; por qué la SAT quiere contratar a una empresa extranjera que le saque la tarea; por qué gobiernos como el actual cuentan con el apoyo del Cacif, de personajes oscuros y organizados, es porque todos son lo mismo y se creen artistas de la economía y del poder.
@juanlemus9

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