martes, 30 de agosto de 2016

La Máter Dolorosa/ La Maciste en el país de las maravillas/Personajes chapines

Personajes Chapines:

Acercamiento a María Julia Quiñónez Ydígoras, apodada Maciste, mujer que vivió en un país de gente burlona, bajita y machista.


Por Juan Carlos Lemus

Alta, de mucho peso, pistola al cinto, pantalón y botas militares, a María Julia Quiñónez Ydígoras (Retalhuleu, Guatemala, 1902-1962) se le atribuye la composición de la Máter Dolorosa, un hermoso himno al flagelo que solo pudo manar de un ser con profunda sustancia religiosa, propia de los más sensibles creadores de marchas fúnebres.

 Es posible que doña Julia haya sufrido el medir casi dos metros de estatura en un país de gente bajita, burlona, machista y refundida en la última comarca de las libertades mundiales. Guatemala, el país de las maravillas...

Su autodefensa fue, sin duda, la de volverse áspera y temida. Algunos dicen que tenía cara de pocos amigos.

Según la revista estadounidense Time, del 15 de mayo de 1944, Quiñónez medía 6 pies 7 pulgadas —más de dos metros—, pero recordemos que esa revista no es precisamente un ejemplo de objetividad, sino en ocasiones un documento tendencioso, mas la citamos porque es la única publicación que se anima a dar una cifra. El caso es que era alta. Así la recuerdan quienes hoy son mayores y alguna vez la vieron caminar por las calles de la zona 1, donde vivió hasta su muerte. La apodaban Maciste.

Sabido es que muchos guatemaltecos se aficionan a poner apodos. Sobre este punto, antes de explicar por qué la llamaban Maciste, habrá que añadir que su aspecto varonil y conducta hacían que luciera distinta.  La Maciste recibió ese apodo porque su gran estatura física la asemejaba —según quien se lo haya puesto— con un personaje del cine péplum parecido a Hércules, de fuerza sobrehumana.
Desde joven se abrió campo en la administración pública. Todo surgió cuando conoció al jefe político de Retalhuleu, coronel Jorge Ubico, a quien acudió por obligación, pues su abuelo materno presentó una queja en contra de ella. Ya para entonces, Ubico tenía fama de prepotente patrón de sus territorios; sin embargo, le agradó que la joven, lejos de acobardarse, habló con franqueza contra su querellante. El resultado fue que Ubico resolvió el caso a favor de ella, que desde ese momento fue su incondicional.

Para que nos formemos una idea de la situación de la mujer en esa época, revisamos lo escrito en el libro En el trazo de mujeres (Armar Editores, 2007), de Ana Patricia Borrayo, quien asegura que para 1897 solo se habían graduado seis comadronas; en 1919, una licenciada en Farmacia; en 1927, una abogada y notaria; en 1942, una médica y cirujana, y en 1943, una licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales.

De manera que tener cargos administrativos relevantes, andar armada por las calles, ser brazo derecho de Ubico y, posteriormente, ministra de Educación Pública y secretaria particular del presidente Ydígoras, fue algo extraordinario y espinoso, seguramente, en los años de 1920 a 1962.

Los muy escasos datos escritos sobre ella están repartidos, con más o menos el mismo contenido, en el Diccionario General de Guatemala, de Carlos C. Haeussler Yela; el Diccionario Histórico Biográfico de Guatemala y algunos recortes de prensa; ni siquiera hay datos disponibles en la biblioteca del Congreso, que le concedió una de las más de 700 órdenes del Quetzal que repartió Ydígoras Fuentes durante su gobierno.
Así que lo más valioso es la historia reconstruida por personas que la conocieron, o que alguna vez la vieron. Por ejemplo, doña Aura Enma Mendoza era muy niña cuando la veía, pues era amiga de la infancia de su padre, don Daniel Mendoza Morales. La recuerda como una mujer seria y de gran temple. Cuenta que, en una ocasión, su padre recibió una llamada para que se presentara en la Casa Presidencial, durante el gobierno de Ubico. Cuando llegó, temeroso porque no sabía para qué lo habían citado, fue recibido por su amiga Julia, quien lo tomó de las muñecas, a él, un hombre bajo, y comenzó a darle vueltas como se hace con los niños. Lo habían llamado para darle un puesto como asesor del presidente.

Esa escena nos obliga a reproducir algo más descrito por la revista Time, aunque parece desproporcionado; leamos: “Una vez golpeó (la Maciste) a Manuel Cubos Batres (sic), quien era apodado el Reloj, porque solía pedir un minuto de silencio para protestar por alguna causa digna. Cuando pidió el minuto de silencio contra Ubico, la Maciste lo esperó en un parque, lo puso sobre sus rodillas y le gritó: “¡Ahora vas a dejar de ser el Reloj!”, dándole nalgadas y avergonzándolo. El Reloj fue silenciado para siempre”.

Tal aseveración raya en lo grotesco, acaso en la calumnia, al referirse a Manuel Cobos Batres (1878-1953), miembro fundador del Partido Unionista y personaje político relevante, que difícilmente sería silenciado por las nalgadas recibidas sobre las rodillas de una persona en un parque público.

Veamos otro recuerdo de su apariencia: Gerardo Gordillo Barrios, quien fue ministro de Educación y, posteriormente, de Trabajo en el gobierno de Juan José Arévalo, además de presidente del Congreso, recibía a mucha gente en su casa, en la finca Altaloma, zona 16, cada 1 de noviembre o para el Año Nuevo. Su esposa era de Zacapa, por lo que llegaban muchos que se involucraron en el partido de extrema derecha MLN. Una vez llegó Julia Quiñónez, vestida como hombre: con sombrero, una chaqueta de cuero y pantalones, y con dos muchachas jóvenes. Así lo recuerda el hoy doctor en Historia Enrique Gordillo, sobrino de don Gerardo.

Además de Maciste, la apodaban Coronela y Caballón de Ubico. Ella lo sabía, pero no había quién se atreviera a decírselo de frente. Pese a ello, así como los cachorros hambrientos corren tras un buen nudo de salchichas, los niños seguían a esta mujer por las calles, riéndose de ella. Pero un día los esperó, los insultó y los apaleó. Al menos así lo dice —citamos de nuevo— Time: “En una ocasión, unos niños la siguieron por la calle, burlándose de su gran estatura. Ella se quedó un rato esperándolos y luego comenzó a azotarlos. Tan famosas fueron esas palizas, que las madres guatemaltecas todavía asustan a sus hijos con la amenaza de llamar a la Maciste (cuando se portan mal)”.

Es muy probable que su paso firme, su pistola y presencia infundieran miedo. Se sabe que tuvo un hijo, Boris Arévalo Quiñónez.
Su marcha fúnebre Máter Dolorosa es lacerante, desgarradora, acaso autobiográfica de una madre vigorosa y triste al mismo tiempo. O quizás, una mujer altamente religiosa, pero en ambos casos, un ser sensible que viaja enfundado en un cuerpo macizo. En todo caso, Julia Quiñónez fue un ser humano que hoy podemos recordar con respeto, con admiración y con gratitud, pues compuso una de las marchas más hermosas con las que contamos en la historia musical de nuestro país.

Miguel Álvarez Arévalo, cronista de la ciudad y director del Museo de Historia, recuerda que la Máter Dolorosa es la marcha fúnebre oficial de Jesús de San José, para el Domingo de Ramos, y que cuando acudían las personas a escucharla decían que asistían “al macistazo”, en alusión a la Maciste, pues cuando iban a escuchar una marcha fúnebre de Chopin, decían que asistían al chopanazo.

María Julia Quiñónez pudo ser violenta o apacible; es difícil adjetivar un carácter amparado en testimonios orales. Lo cierto es que su balance de compositora de una hermosa marcha fúnebre, su pistola y botas, su vida en general tiene aspectos que roban el aliento. La estatura no necesariamente refleja el interior del ser humano. Sócrates, por ejemplo, luce feo en boca de Alcibíades quien entra borracho en el banquete, y feo se supone también a Esopo, según los cánones griegos, pero de notoria belleza interior y de grandes virtudes.

Se necesita dulzura y sustancia eterna para escribir la Máter Dolorosa. Tampoco una gran estatura implica gran sensibilidad ni gran inteligencia; es más, la belleza, según quien la mire, se encuentra en las maravillosas manos del pequeño rengo Toulouse-Lautrec.








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Algo más

María Julia Quiñónez Ydígoras, apodada la Maciste, fue agricultora, chofer de Jorge Ubico, jefa de su campaña presidencial en 1926, y desempeñó diversos cargos, entre ellos, la Jefatura de la Proveeduría Escolar.
Era prima del presidente Miguel Ydígoras Fuentes, quien le dio los cargos de directora general de Compras de la Nación, ministra de Educación Pública y su secretaria particular.
Nació en 1902 y falleció el 13 de noviembre de 1962, a los 60 años de edad. Ese año fue condecorada con la gran Cruz de la Orden del Quetzal y Santa Brígida.
Se le atribuye la autoría de la Máter Dolorosa, marcha fúnebre oficial de Jesús de San José, el Domingo de Ramos.
Etiquetas: Personajes
11 comentarios:
  1. http://img2.blogblog.com/img/b16-rounded.gif
Felicitaciones por su artículo; comparto su opinión, por que pienso que el ser humano no se juzga por su religión, indole sexual, pensamiento político y aspecto físico, si no por sus echos, buenos o malos, y si fué una mujer de caracter, hizo mas de lo que an hecho los funcionarios de los últimos tiempos.

Luis Alfredo Blanco, didepa@gmail.com
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saludos, Luis Alfredo
gracias por su comentario y coincido con usted: fue una gran mujer, sensible y muy importante para el país.
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Curiosamente me encuentro con que la dama en cuestión era artista. Mi acercamiento a la red fue por declaraciones de viejos amigos (literalmente) que mencionaron que ella era una mujer que torturaba sin escrúpulos. Algún dato sobre esto?
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Quisierea preguntarle si la marcha Mater Dolorasa fues escrita para la procesion de San Jose y de ser a si fue la señora Quiñones la que entrego la marcha a la asociacion o ellos la adoptaron como marcha oficial y por ultimo en que año se estreno en el cortejo procesional de San Jose, gracias
  1. http://img2.blogblog.com/img/b16-rounded.gif
Sin la Señora Julia Quiñones, no habria Salida del Señor de San jose, Domingo de Ramos. Esa marcha nos lleva sentimientos encontrados que todos hemos vivido, una perdida, o la dicha de un nuevo ser, en donde este la Señora Julia Quiñones, Mil gracias por habernos dejado esa Marcha, no hay Semana Santa sin esta Peculiar Marcha (MATER DOLOROSA)..
  1. http://img2.blogblog.com/img/b16-rounded.gif
Sin la Señora Julia Quiñones, no habria Salida del Señor de San jose, Domingo de Ramos. Esa marcha nos lleva sentimientos encontrados que todos hemos vivido, una perdida, o la dicha de un nuevo ser, en donde este la Señora Julia Quiñones, Mil gracias por habernos dejado esa Marcha, no hay Semana Santa sin esta Peculiar Marcha (MATER DOLOROSA)..
  1. http://img1.blogblog.com/img/blank.gif
Simplemente extraordinaria marcha que a quien no a arrancado un par de lagrimas por su inmenso contenido.
  1. http://img1.blogblog.com/img/blank.gif
Muy Interesante, vine a dar aqui por querer saber mas de la autora de la tan hermosa "Mater Dolorosa"..
  1. http://img1.blogblog.com/img/blank.gif
Luis Alfredo al leer esta reseña histórica sobre mi bisabuela La Maciste entendí mucho sobre mi carácter ..Soy una mujer fuerte, aguerrida, con miedos y fortalezas que nadie entiende, ahora comprendo por qué. Gracias por haber escrito sobre mi bisabuela, ahora entiendo por qué soy lo que he llegado a ser, María Fernanda Arévalo Rodríguez, hija de Boris Arévalo!!!!
  1. http://lh4.googleusercontent.com/-yGwFBzNh40E/AAAAAAAAAAI/AAAAAAAAAIo/siHmDzwoEJ0/s35-c/photo.jpg
María Fernanda Arévalo Rodríguez mucho gusto en saludarte.. Julia Quiñonez fue mi tía bisabuela, es un gusto encontrarme de alguna forma con parte de mi familia, mi abuela fue Leonor Quiñonez sobrina de doña Julia.. aunque me hubiese gustado mucho conocerla en persona, con este artículo también llegué a conocerla un poco más. Un saludo y de repente nos topamos por ahi.. =)
  1. http://img1.blogblog.com/img/blank.gif
Otra historia no oficial sobre la marcha nos cuenta que ella no es la autora, según dicen ella la hizo publica bajo su nombre. Saludando con sombrero ajeno. Respecto a su relación laboral con Ubico, le decían también la "conseguidora" por conseguir jovencitas que se antojaban al presidente, bajo engaños.



3 comentarios:

  1. Como me lo contaron se los cuento... Un compañero de trabajo que su familia es de músicos de apellido Hurtarte, me cuenta que su tío mayor formaba parte de la banda marcial y que para semana santa participaba en los cortejos procesionales, y que alli conocio a un buen musico y compositor, pero que le gustaba la bebida, y que en una de sus recaídas y al no contar con dinero para continuar empeño las partituras de Mater Dolorosa en una venta de bebidas que tenia doña Maria Julia y ya no volvio por ellas.... y de allí la historia que ya conocemos.....

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  2. No se lo contaron mal. Soy la nieta del escritor y compositor de Mater Dolorosa... Y la historia no fue así. Mi abuelo era Pedro Geofredo Arévalo Melgar hijastro de doña Julia Quiñones. El era solista y Maestro de banda marcial y esa es la verdadera historia

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  3. Total, no se sabe quién compuso la santa marcha... De lo descrito arriba, no se ve ninguna evidencia que doña Julia fuese músico. Increíble como a algo tan reciente y conocido -la marcha-, ya se le perdió la huella en las nieblas del tiempo. Somos un país con Alzheimer.

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